A veces, la aurora eran luces dispersas por el cielo. Otras, se formaban unas líneas ligeramente onduladas, como un penacho de humo verde brotando del horizonte. Esta tiene una forma como de serpentina, una línea que parece ondular y retorcerse sobre sí misma...
A veces las luces parecían estáticas, mientras que otras veces, se movían con cierta rapidez, cambiando de forma, desplazándose por el cielo...
En un momento dado se formó una gran espiral blancuzca sobre nuestras cabezas, pero apenas duró unos segundos.
La verdad es que fue un espectáculo impresionante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario