Aunque en Igaliko había una iglesia, un supermercado -creo- y algún que otro sitio que hubiera sido interesante visitar, el único edificio que pisé fue el albergue.
Nada más llegar a Igaliko hicimos este trekking, cresteando por los alrededores.
Al día siguiente, otro trekking en dirección contraria, durante todo el día.
Y por la tarde, marchamos hacia el Valle de las Mil Flores...
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